Wendy Santana de Franjul
Santo Domingo
Dentro de poco dejaremos de escuchar el usual alboroto que se produce en algunos hogares donde parece que se está acabando el mundo, a juzgar por el correteo y pataleo de los muchachos y sus voces desesperadas implorando “no me des, no me des”, “ya no me des más, ya está bueno” o cuando por el ahogo del llanto sólo puede decir: ya, ya, ya .....
Será difícil volver a ver en los barrios marginados a una madre quitándose las chancletas para poder correr con más rapidez y alcanzar con furor al niño, niña o adolescentes que huye de la picazón que produce la correa, la vara de una planta o el palo de la escoba cuando todos los problemas de su progenitora son descargados sobre su malcriadeza o travesura.
La clásica escena del padre quitándose la correa y llamando al menor en tono amenazante: “Venga acá, te voy a dar; si sales corriendo te daré más duro”, le supondrá al adulto conocer los barrotes de la cárcel y reflexionar allí cuánto le ha costado el placer que sintió al concebir al hijo y el error de pensar que podía hacer lo que quisiera porque era una “cosa suya”.
En las escuelas ya el profesor o profesora no tendrá licencia para dar reglazos, bofetadas, halones de pelo, de oreja o de brazo cuando un chiquillo le falte al respeto; pero tampoco los directores de ningún centro escolar podrán expulsar a ningún estudiante por su mala conducta, sino por el contrario, deberán responder ante las autoridades por no haber tenido la capacidad de resolver cualquier situación dentro de los parámetros de la comprensión y educación.
Ningún adulto podrá, tampoco, golpear a un menor en público, como vemos usualmente en plazas, parques, tiendas, supermercados y salones de belleza cuando un muchacho se revoltea porque ya está cansado de estar en ese lugar y pide, con malcriadezas, “vamos de aquí”, pero la respuesta es un pescozón, un empujón o una amenaza de que cuando lleguen a la casa ya verá lo que le va a pasar. El temor a la golpiza durante las horas que tarden en llegar al hogar serán tipificadas como abuso psicológico.
También quedarán totalmente prohibidas las humillaciones al usar denominaciones como: “Boca de burro”, “idiota”, “estúpido”, “tonto”, “desgraciado” “maldito muchacho”, “hija de la gran puta”, “mal parido”, “endemoniado”, “diente de conejo”, “caco ‘e maco”, “cabezón”, etc. y conllevarán distintas sanciones, tanto dentro del hogar como en las escuelas.
El proyecto “Hoja de Ruta”, que ejecutará el Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (CONANI), auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas, pondrá fin a los ojos morados de los niños debido a las bofetadas a ciegas de los mayores, a los “cachetes” enrojecidos, laceraciones en los brazos, piernas o nalgas, y a las depresiones que los inutiliza al sentir que valen muy poco y que no pueden hacer nada para evitar esas agresiones.
Este plan de erradicación de la violencia infantojuvenil, que el gobierno tiene como meta conseguir como una de sus mayores obras de educación y salud intrafamiliar y escolar, incluirá a todos los sectores del país, quienes tendrán el compromiso de colaborar con esta misión que sólo quiere llevar paz a los hogares y a las escuelas.
El sector privado, por ejemplo, podrá colaborar con mensajes de paz en los establecimientos comerciales colocando pequeños letreros al lado de los artículos utilizados para golpear a los niños, tales como correas. En estos tramos deberá haber mensajes que digan: “Prohibido dar pelas con esta prenda”, “Sólo para pantalones”, o el signo de (X) “No usar como castigo”.
Igualmente los productores de fósforos podrán hacer campañas para alertar que ese artículo es sólo para encender la leña, “no usar para quemar niños”, o para quemar la mano del niño; en los supermercados los palos de las escobas deberán tener un letrero que diga “Sólo para barrer”, “No para golpear niños”. Y en las cremas de las manos poner algunos mensajes que digan: “No golpés a los niños para que tus manos no se endurezcan”.
Pero el reto fundamental de este proyecto es hacer que se cumpla la Ley 136-03 sobre Protección a Niños, Niñas y Adolescentes, en lo que respecta a la prohibición de la violencia intrafamiliar. Esta vez se implementarán nuevos recursos de fiscalización, como son las cámaras de video, las motivaciones para las denuncias y la preparación de los chiquillos para que aprendan a denunciar las agresiones de las que son víctimas.
Ningún adulto escapará a la sanción o condena judicial si se demuestra que ha maltratado a su hijo, pero más que una medida coercitiva, lo que se quiere es enseñar a los padres a educar de una manera diferente, aprendiendo desde que salen de las clínicas u hospitales con los bebés recién nacidos. Como requisito para salir deberán asistir a una charla en las que se les explicarán las diferentes etapas por las que atraviesan los infantes durante todas las etapas de su vida.
De esta manera se les estaría dotando de una herramienta útil para comprender porqué los niños lloran y así evitar darles nalgadas tan temprano; por qué son malcriados, por qué actúan con rebeldía, no quieren comer, ir a la escuela; no desean hacer las tareas, evitan bañarse, molestan al hermano o hermana, se burlan de sus amigos; por qué gozan diciendo malas palabras, cuestionan a los padres o los enfrentan y otras actitudes que enfurecen a los progenitores o profesores y los hacen recurrir a la violencia.
La Hoja de Ruta
La Hoja de Ruta Nacional 2015- 2018 para la Prevención y Eliminación de la Violencia contra los Niños, Niñas y Adolescentes en República Dominicana fue presentada en un emotivo acto celebrado en el Ministerio de Relaciones Exteriores con la presencia del ministro de la Presidencia Gustavo Montalvo, en nombre del presidente Danilo Medina; la presidenta del Conani, Kirsys Fernández y la representante de la ONU para el capítulo Violencia contra los Niños, Marta Santos Pais.
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