“Implementar las medidas requeridas para frenar el COVID-19 puede provocar trastornos, pero no hacerlo sería arriesgar la prolongación de esta crisis”, manifestó Carissa Etienne, directora de la OPS. “Quitarlas demasiado pronto podría tener el efecto opuesto y llevar a una segunda ola de casos de COVID-19, extendiendo el sufrimiento y la incertidumbre socioeconómica en el largo plazo”.
En una videoconferencia desde la sede de la organización en Washington, Etienne pidió a los gobiernos que “no se equivoquen” porque la actividad económica sólo regresará a su plenitud cuando la gente se sienta a salvo y sienta que las autoridades están haciendo todo a su alcance para protegerla.
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