"Si se extiende indefinidamente el problema de la apertura de la economía y los trabajadores informales comienzan a presionar por trabajar, porque se están sintiendo los embastes de la falta de recursos y cómo cubrir sus necesidades, se puede ejercer una presión e imposición y pueden empezar de forma desorganizada y sin control”, explicó Abreu durante una conversación telefónica.
Abreu dijo que los sindicalistas explicaron al presidente de la República que hay personas que viven pugnando por salir a las calles a vender porque ese es su día a día y sus gastos siguen, por lo que recomendaron que se ponga en funcionamiento negocios como talleres de repuestos, barberías y salones de belleza.
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