Ventura, quien murió el miércoles pasado a los 81 años, le cantó con picardía a las mujeres, a las causas sociales, al vendedor ambulante, al cortador de caña, que grabó múltiples temas alegóricos a la Navidad.
El «Rey del Merengue» recibió un adiós del tamaño de su dimensión como artista. Un infarto fulminante al miocardio le privó de continuar en el arte.
«Le pido a mis hijos que sigan el ejemplo de su padre, he quedado sorprendida con el apoyo que el pueblo brindó a mi esposo», dijo la viuda, Josefina Flores.
El artista descansará muy cerca de la tumba del exdirigente político José Francisco Peña Gómez, con quien compartió una amistad de varias décadas.
«Johnny Ventura tenía un don natural, una gran sonrisa, una presencia cautivante, un carisma sin paralelo y con eso conquistó el corazón del pueblo dominicano», expuso el expresidente Leonel Fernández, al pronunciar el panegírico.
El sepelio se produjo casi cinco horas después de lo programado, debido a la muchedumbre que acompañó al cantante hasta su última morada.
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