“Decliné a responder los cuestionamientos bajo los derechos y privilegios que se otorgan a cualquier ciudadano bajo la Constitución de los Estados Unidos”, dijo el exmandatario en un mensaje tras salir de la cita con la Fiscalía.
Expuso que siguió el consejo de su abogado sobre cómo enfrentar los cuestionamientos de la fiscal Letitia James, quien es demócrata.
“Por consejo de mi abogado y por (otras) razones, me negué a responder las preguntas”, dijo en el mensaje que compartió en su red social Truth.
La investigación de la fiscal James inició en 2019, en busca de determinar si la Organización Trump cometió fraude al manipular ilegalmente el valor de varios inmuebles, a fin de obtener beneficios fiscales, de seguro y mejores ganancias.
El expresidente ha acusado esta indagatoria como la mayor “cacería de brujas” en su contra, por lo que tanto él como sus hijos, Donald Jr., Ivanka y Eric han peleado ante tribunales para evitar responder las preguntas de la Fiscalía General neoyorquina, aunque al final un juez de la Corte Suprema estatal los obligó a rendir testimonio.
Anoche, el republicano confirmó que tenía que sentarse en el banquillo de los cuestionados ante la fiscal James, a quien calificó de “racista”.
Aseguró que su “gran empresa” y él mismo eran foco de ataques “desde todos lados”, por lo que acusó a EE.UU. de haberse convertido en una “república bananera”.
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