El presidente Luis Abinader entregó los títulos, pero beneficiarios aseguran que las tierras no han sido acondicionadas, no tienen canales de riego, ni camino vecinal.
A un año y cuatro meses de que el presidente Luis Abinader pusiera en sus manos un título que los acreditaba como “propietarios” de una parcela en el sector Bateicito San Rafael, de la provincia Bahoruco, agricultores se quejan porque aún no han recibido “ni una cuarta de tierra”.
Aseguran que, aunque les dijeron dónde están ubicadas las tierras, estas no han sido acondicionadas, no tienen canales de riego, ni camino vecinal por donde acceder para sacar sus futuras cosechas.
“Es nuestro sueño. Nuestra empresa. Nuestra Esperanza, pero tenemos un año tratando de que se cumpla con la promesa de asentarnos en las tierras prometidas y hasta ahora solo hemos recibido promesas”, dicen los campesinos en documento entregado a Listín Diario.
Aseguran que en más de una ocasión han tratado de contactar a las autoridades del Instituto Agrario Dominicano (IAD) para que defina su situación, les entreguen las tierras y les den el apoyo para ponerlas a producir, pero solo han recibido “indiferencia”.
Creen que el presidente Luis Abinader desconoce la situación que padecen, por lo que lo llaman a interceder para que haga cumplir su palabra y los títulos que poseen no se deterioren en sus manos, sin llegar a tener la tierra prometida.
Llaman al mandatario a intervenir y ordenar a las autoridades del IAD que entreguen de inmediato los predios “con todas sus facilidades para la producción”.
Se quejan por la indiferencia mostrada por las autoridades de la institución estatal en la región y a nivel nacional.
Dicen que cuando le reclaman a los funcionarios de la región y del IAD en la capital, se limitan a pedirles que “esperen”, mientras ellos y sus familiares pasan calamidades y hambre deseando un pedazo de tierra “donde producir para alimentarse”. “Algo que no entendemos es porque nos prometieron tierra, nos dieron los títulos y a más de un año solo ese papel tenemos en las manos, mientras los terrenos donde seremos asentados siguen sin producir más que maleza. Sin canales, sin caminos y sin ninguna ayuda. Así nunca cosecharemos nada”, aseguran Obdulio Díaz Gómez y Alberto Perdomo, hablando a nombre de los campesinos con títulos, pero sin tierra en el proyecto José Francisco Peña Gómez de Bahoruco.
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