Ayer la Iglesia católica abogó para que la reforma fiscal que se está gestando no maltrate a los más necesitados y no favorezca a los privilegiados, sino que contribuya a una distribución más equitativa de la riqueza.
“Confiamos y oramos para que la necesaria reforma fiscal que ya se ha anunciado contribuya no a favorecer a los que más tienen ni a los grupos de influencia y poder, sino a los más pobres. Esperamos que contribuya a una más justa distribución de las riquezas, integrando una mejora sustancial en los salarios y el sistema de seguridad social y de salud”, dijo monseñor José Amable Durán Tineo.
Durán Tineo envió el mensaje en la homilía de la solemnidad de Corpus Christi, celebrada por la Arquidiócesis de Santo Domingo, y presidida por el arzobispo metropolitano monseñor Francisco Ozoria Acosta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario